lunes, octubre 17, 2005

la nacionalidad

Todas estas prácticas las hacemos casi sin darnos cuenta, son un aprendizaje social de diversas formas de “historiar”.Salimos a la calle y los nombres de las calles o colonias nos hablan de personas o sucesos de la historia de México: 16 de Septiembre, Revolución Mexicana, Plutarco Elías Calles, etc. Pero claro, de aquéllos sucesos o personajes que son seleccionados como héroes por los gobernantes y los historiadores de los gobernantes. Vemos por las calles donde transitamos una pirámide en una ciudad sin una historia de pirámides, una banderota para recordarnos dónde y cómo estamos, por si tenemos duda, o un hotel con el nombre de Colonial en la avenida Lincoln, un arco del Triunfo que evoca al francés para referirse a una familia de la burguesía local (más que hablar de historia nos habla del arte kitsch). En fin, hay un entorno que recurre a objetos simbólicos para organizar el espacio público, con tal énfasis que se llevan a cabo rituales de celebración (desfiles, ceremonias, museos) para insistir en la noción de una nacionalidad. Pero esos mensajes no se quedan ahí sin moverse en la representación, hay que poner en juego esos símbolos, o sea, ser mexicanos es sentir ñáñaras frente a la banderota, de otra manera no eres mexicano, cantar emocionado los himnos de la nación o los de las localidades de identificación chihuahuense, veracruzana, etc.; ser intolerantes con los foráneos porque no son como nosotros, hasta llegar a la agresión en muchas ocasiones. este estracto fue sustraido de un trabajo de la maixtra Graciela.
todo esto que pareciera muy confuso par algunos, y para otros otro tanto, no es mas que lo que esperan los otros países, de los que aún no están "civilizados" según ellos, es decir los que pretenden invertir dentro del país.
claro que tienen razón en todas esas ideas nuevas que trajeron que, de una u otra forma nos ponenen casi a la par de aquellos que gustan llamarse el viejo mundo, que creo que como dice el dicho " entre más viejos mas, pensandolo bien ahí la dejamos.
pero si nos remitimos al pasado de nuestro país, encontraremos ese esfuerzo común en el que se lucha por tener una nacionalidad propia, casi sin copiarle a otros, o tomando aquello que les podía servir de alguna manera.
ahora mismo con Televisa que mantiene este programa de "vamos México", que no dicen a dónde pero ahí vamos todos.